Desarrollo socio-afectivo y emocional
Estudio de caso
No tendría sentido haber estudiado toda la teoría sobre el desarrollo socio-afectivo y emocional, las etapas de desarrollo y las señales de alarma si luego no lo aplicamos a la práctica. Por ello hemos decidido incluir también el estudio de caso de un niño. A través de ese caso, hemos analizado su conducta, los síntomas que presenta y la resolución que damos a la mala conducta que presenta.
En primer lugar presentaremos el caso del niño indicando sus datos personales y los antecedentes personales y familiares. A continuación describiremos el problema o trastorno de conducta y por úlitmo hablaremos sobre la intervención educativa en el aula y fuera de ella.
- Datos personales y antecedentes personales y familiares:
Juan es un niño de 11 años, de etnia gitana, que vive en un barrio marginal de una ciudad de la provincia de Alicante. Va a un colegio público de su localidad y cursa quinto de primaria, aunque es cierto que física y mentalmente, aparenta menos edad. Se caracteriza por ser un niño introvertido, bastante tímido y callado, al que le gusta jugar solo y evitar constantemente relacionarse con sus iguales.
En cuanto a su situación en casa, convive con sus padres y su hermana pequeña. La familia tiene graves problemas económicos y en algunos casos han tenido que recurrir a asuntos sociales para recibir ayudas para alimentar a sus hijos. La relación con los tres miembros es bastante mala, se hablan sin respetarse y se gritan e insultan continuamente. Además, ha vivenciado continuas situaciones de violencia de género en las que su padre golpeaba fuertemente a su madre. Pese a ello, ambos continúan viviendo juntos y cada vez que se da esta situación, Juan huye de casa o descarga su ira contra su hermana menor, golpeándola e insultándola gravemente. No mantienen relación con el resto de familiares, solo con su abuela paterna, que en varias ocasiones es la que se encarga de llevar a los dos niños al colegio.
Por último, si nos centramos en los recursos personales y familiares tenemos que decir que Juan apenas dispone de recursos personales, la situación en su casa dificulta bastante el ritmo de aprendizaje del niño y sus padres no muestran interés en la educación de su hijo. Más bien ralentizan el aprendizaje de Juan y le impiden avanzar. En cuanto al resto de familiares, como hemos comentado en el apartado anterior, no tiene relación con ningún familiar, sólo con la abuela paterna que si es cierto que muestra interés cada vez que viene a recoger a Juan al colegio. En cuanto a los recursos materiales, la familia tiene un nivel económico muy bajo y están pasando por una grave crisis, incluso han tenido que recurrir a los servicios de Cáritas para poder comer y alimentar a sus hijos.
- Descripción del problema o trastorno de conducta:
Para analizar el caso de Juan, decidimos utilizar nuestra tabla de señales de alarma, de la práctica 5 y marcar qué síntomas presentaba el niño. Al realizarlo obtuvimos los siguientes resultados:
Haz clic sobre la tabla para descargarte el Pdf que recoge las señales de alarma que hemos encontrado en el caso de Juan.
- Intervención en el aula:
La intervención en el aula juega un papel importante ya que es dónde se produce en mayor medida las conductas disruptivas del sujeto. Para ello, se diseñaran actividades en relación a los temas: violencia de género, desinhibición, igualdad de género, respeto, trabajo en equipo, higiene personal y el acoso escolar que serán tratadas por todos los compañeros en la clase.
Para ello, se ha realizado un dossier de actividades que recoge todas las actividades que se tratarán posteriormente en el aula.
- Intervención fuera del aula:
Para fortalecer y que resulte más efectiva la intervención educativa, tomaremos algunas medidas fuera del aula. La medida principal será derivar al niño al departamento de orientación para que traten más profundamente las características que presenta. Además, intentaremos hablar con la familia para coordinarnos con ellos y que en casa también luchen contra las actitudes que presenta. Esta medida puede resultar más complicada de llevar a cabo, ya que en el entorno familiar ha vivido algunas circunstancias que le han provocado estas conductas. Y por último, en caso de que veamos que hace falta la autoridad para solucionar los problemas del niño, interpondremos unas denuncia.